Ismar Álvarez G. | LA PRENSA de Lara – La crisis en el sector salud continúa cobrando vidas, esta vez, un pequeño de 11 años falleció en el Hospital de Niños J. M. de los Ríos mientras esperaba un trasplante de médula ósea.& ;
Ayer, 29 de enero, murió Julio Rangel, quien fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda, y requería con urgencia salir del país para realizarse el trasplante. El miércoles en horas de la noche se encontraba en terapia intensiva y necesitaba albúmina (proteína que se encuentra en el plasma sanguíneo)& ;pero no se le pudo colocar a tiempo, por lo que el menor de edad falleció.& ;
La organización Prepara Familia anunció que Rangel formaba parte de la lista de 39 niños que esperan un trasplante de médula ósea. Estaba amparado por la ampliación de las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
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Julio es el segundo niño que muere durante el 2020,& ; pues los primeros días del año, el pasado 3 de enero, falleció Víctor Pino, de 12 años de edad, paciente del servicio de Nefrología.
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El 2019 cerró con protestas por parte de médicos, enfermeras y familiares de los pequeños internados debido a& ; la precaria situación que se vive en el centro de salud por la falta de insumos médicos.
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En horas de la mañana, Humberto Prado, comisionado presidencial para los derechos humanos y atención a las víctimas, designado por el gobierno interino de Venezuela, anunció que la visita «in loco» que realizará la CIDH& ;en Venezuela desde el próximo lunes tres de febrero, además informó que «el hospital J.M de los Ríos está en la agenda de la CIDH y para evaluar las condiciones y así levantar información pertinente».
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