José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.-& ;Él dijo que llegaría bien a la casa», fue lo que contó con tristeza Benjamín Agüero, abuelo de un menor de 17 años que murió la madrugada de ayer después que la camioneta D-Max en la que él andaba volcó de manera violenta en la vía El Cují, a pocos metros de llegar al semáforo de la intersección hacia Las Veritas.
El adolescente había ido con ocho amigos de El Jayo (sector en el que residía) la noche del sábado hasta el Monumento Al Sol Naciente, al este de Barquisimeto. Allí compartieron, bailaron y bebieron bebidas alcohólicas hasta la madrugada.
Entre los compinches de él, estaba Gustavo Mendoza, quien contó que poco antes de las 4:00 de la madrugada, un amigo de los otros muchachos les ofreció la cola hasta El Jayo en su camioneta, y los muchachos accedieron porque ya era bastante tarde.
«Nos montamos todos en la camioneta, unos en la cabina y otros en la parte de carga de la camioneta. Cuando ya estábamos llegando al semáforo, no sé cómo, pero impactamos contra la isla y después volcamos hacia el lado contrario», contó Mendoza.
Al volcar la camioneta, el adolescente salió expelido por el aire, cayendo en el pavimento. Instantes después del accidente, el chamo, presuntamente se levantó y dio unos pocos pasos hasta la camioneta para acercarse a sus amigos, pero después perdió el conocimiento y volvió a caer al piso.
Personas que pasaban en sus carros en ese momento, auxiliaron a todos los involucrados en el accidente, llevándolos hasta el Hospital Central de Barquisimeto, pero el adolescente llegó sin signos vitales debido a los diversos golpes internos que tenía, mientras que sus amigos, entre ellos Mendoza sólo resultaron con heridas leves.
La familia del muchacho estaba ayer en la mañana en las adyacencias de la morgue. El abuelo del muchacho contó que él estaba cursando cuarto año de bachillerato. Tenía una hermana menor y otro por nacer. Se conoció que ayer mismo, la PNB detuvo preventivamente al conductor de la camioneta.