Luis F. Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- Desamparados y desatendidos. Así es como se sienten los habitantes de los sectores La Escuela, El Roble y La Caballeriza como consecuencia de las fuertes lluvias que desde el pasado 09 de octubre han causado estragos en Río Claro, al sur de Barquisimeto.
Las vías de Guayamure, hoy día se encuentran invadidas de escombros y suciedad que no terminan de ser recogidas por las autoridades competentes.
Ana Garcés, quien hace vida en La Escuela, recuerda con tristeza cómo el agua arrasó con todo a su paso y destruyó por completo la casa de bahareque que con tanto esfuerzo construyó.
Comenta que la única atención que recibieron fue un colchón y un tobo que les regaló el alcalde de Iribarren, Luis Jonás Reyes, quien los visitó y les prometió tenderles la mano para sobrellevar la penosa situación que los agobia.
Ana dijo que al igual que ella hay otras 23 familias damnificadas.
Asimismo, expone que dos máquinas arribaron a la zona para despejar la vialidad, pero dichos trabajos van «a paso de morrocoy«, pues hasta el sol de hoy el desastre se mantiene.
«Esas son máquinas privadas y las está pagando el Gobierno. Están cobrando 500 dólares por hora, pero hay ratos en las que las dejan apagadas e igual siguen cobrando, denuncia.
Afirma que los operadores se niegan a limpiar la carretera principal y los zanjones, los cuales si no son atendidos pudiesen generar una nueva inundación.
Hacen un llamado a las autoridades para que los visiten y conozcan de cerca el drama que les ha tocado vivir desde hace semanas y puedan entender por qué piden atención con tanta urgencia.