Redacción | LA PRENSA DE LARA.– Sus más de 40 años ejerciendo como abogado y haber sido juez de primera instancia en Lara, llevaron a Livio Agüero a aceptar el reto de postular su nombre como candidato a la gobernación por el PCV. Sin titubeos, asegura que en caso de ganar las elecciones del próximo 21 de noviembre lo principal que hará será «atacar el flagelo de la corrupción«, pues asegura que eso es lo que ha llevado a Lara a un estado de desidia.
¿Cuál es la valoración que hace hoy del estado Lara?
Da vergüenza, estamos con un sistema de salud por el piso, con profesionales mal pagados, falta de insumos. A eso se le suma la crisis generalizada, no es posible que para medio comer se tenga que gastar todo el sueldo, los bonos, más cualquier adicional que se haga por trabajos en la economía informal, y ni hablar de las carencias en servicios públicos.
¿Qué propone para dar respuesta a las problemáticas que embargan al larense?
Las fallas en servicios públicos en Lara tienen un origen y es que han enquistado gente a dedo porque son sindicalista o los nombró el presidente. Ellos se creen dueños de las empresas y no prestan el servicio adecuado y en contrasentido nosotros vamos a crear la organización vecinal, el verdadero poder popular para que haga contraloría social. Hay que acabar con el flagelo de la corrupción y ese será uno de los primeros pasos.
¿De qué manera acabará con la corrupción que asegura hay en las instituciones del estado?
Después de la muerte del comandante nadie está pensando en bolívar, sino en bolívares. Aquí se ha deteriorado todo por completo. Atacarlo a estas alturas es uno de los grandes compromisos, es necesario que gente idónea vaya a los cargos, que se logre cancelar sueldos que cubran las necesidades básicas, hay que acabar con las prácticas negadoras en la administración pública. El nepotismo y el amiguismo.
¿Cuál es el llamado a los guaros para este 21-N?
No dejarse deslumbrar con propaganda fastuosa de quienes le pagan a la gente para que acuda a marchas. Hay que evaluar las gestiones. Al Gobierno no se le castiga poniendo a alguien peor, se castiga conociendo quien trabaja.