EFE | LA PRENSA DE LARA.- El Ministerio de Educación de Ecuador dio a conocer este martes un plan que prevé el retorno obligatorio a las clases presenciales el 22 de noviembre, un proceso gradual que deberá completarse hasta el 17 de enero en todo el país y pondrá fin definitivamente a la virtualidad a causa de la pandemia de covid-19.
La Cartera de Estado presentó al Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional, entidad encargada de gestionar y autorizar disposiciones relacionadas con la pandemia, un cronograma de trabajo que incluye tres fases para el retorno completo a la presencialidad.
La primera, que retornaría el 22 incluye el regreso a las aulas de los estudiantes de bachilleratos técnicos, rurales y de las Islas Galápagos; el segundo grupo lo haría el 6 de diciembre y está formado por el resto de alumnos de bachillerato y educación básica superior, es decir, menores entre 12 y 17 años. Finalmente, el 17 de enero está programado que lo hagan escolares de todos los niveles.
El COE ha anunciado que la propuesta de Educación será analizada y que comunicará la decisión final al respecto el 15 de noviembre.
La ministra de Educación, María Brown, dijo hoy en una rueda de prensa que el retorno será «seguro, planificado y por niveles», y aclaró que las instituciones que trabajan a distancia no deberán acogerse a la medida.
El retorno está basado en el avance de la vacunación en Ecuador, donde han sido completamente inmunizadas contra la covid-19 10,3 millones de personas, de una población objetivo (mayor de 5 años) de 16 millones, según los datos oficiales.
La titular educativa advirtió, no obstante, de que «la normalidad no excluye que vaya a haber medidas de bioseguridad» en las aulas.
Una de las propuestas formuladas por su Ministerio será dividir a los estudiantes para el recreo y priorizar las actividades al aire libre, enfatizó.
Ecuador inició en julio pasado una reactivación en el sistema educativo, que en los últimos meses ha ido sumando centros y colegios tanto del régimen costa y sierra-amazonía.
Entre las cifras que respaldan su propuesta, Brown aseguró que el 48% de establecimientos educativos a nivel nacional ya trabajan en clases presenciales con aforo reducido, lo que representa alrededor de 675.193 estudiantes.
De estos, 31 se han contagiado del virus porque, según aseguró la ministra, «fuera de las instituciones educativas no se han guardado las medidas de control», lo que significa el 0,004% de la población que asiste a clases presenciales desde el pasado 7 de julio.
Los estudiantes que padezcan enfermedades crónicas o agravantes serán incluidos en las excepciones del protocolo para el retorno obligatorio a la presencialidad que se hará efectivo una vez cuente con la aprobación del COE Nacional.
«Las familias que deseen mantenerse en esta modalidad de educación a distancia, tendrán que hacer una solicitud de traslado para ubicar (a sus hijos) en una institución fiscal» que trabaje de esa forma.
El uso de uniformes y la obligación de comprar unos útiles escolares determinados seguirán en suspenso hasta la conclusión del año escolar, medidas que se adoptaron al inicio de la pandemia, confirmó el Ministerio de Educación.
Fuente: EFE